José A. Zamora

Recensión de: Consejo Económico y Social de la Región de Murcia: La inmigración en la Región de Murcia. Murcia: CES 1997 ("Estudios"; 6), 685 pág., ISBN: 84-921919-8-6

en: Scripta Fulgentina, IX/1 (1999) nº 17, pp. 187-190.


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Los movimientos migratorios constituyen un elemento fundamental de la historia humana desde sus orígenes. Pero son las circunstancias históricas las que determinan el marco social, económico y cultural en el que se enmarcan dichos movimientos. A nadie se le oculta de dicho marco hoy está definido por unas desigualdades a escala mundial que claman al cielo. Un sector minoritario de la población del planeta adopta una actitud de atrincheramiento para defender sus posiciones de privilegio y una inmensa masa de empobrecidos se halla sumida en la miseria. Los intentos de cruzar la berrera se ven frecuentemente frustrados, cuando no acaban de modo trágico, como nos muestran las noticias casi cotidianas sobre las pateras que se hunden en la travesía entre esos dos mundos.

Murcia, en otro tiempo exportadora de mano de obra, se va convirtiendo lenta y progresivamente en receptora de mano de obra barata, sobre todo en el sector agrícola, proveniente especialmente de la zona del Magreb. Para la administración, para las asociaciones que trabajan en la integración laboral, social y cultural de los inmigrantes y para todas aquellas personas interesadas en el problema se hacía necesario un análisis en profundidad de esta realidad en nuestra Región. Y esto es lo que viene a ofrecernos el estudio que presentamos y que ha sido promovido por el CES (Consejo Económico y Social de la Región de Murcia) y realizado por IMAES (Instituto de Marketing y Estudios), que dirige Juan Luis Chillón Corbalán.

La investigación ha sido realizada por un equipo de 15 profesionales de diversos campos, desde la sociología a la pedagogía, pasando por la geografía humana, el derecho, el trabajo social, etc., lo que le confiere un carácter interdisciplinar muy interesante. Se trata de un estudio que ha sabido conjugar el análisis riguroso con la implicación arriesgada pero necesaria en la solución de los problemas descubiertos por medio de un conjunto de propuestas de actuación. La constatación de unas "condiciones que niegan el sentido mínimo de humanidad y dignidad para quienes las padecen y para quienes por acción u omisión las generamos", implica para a los propios investigadores la necesidad de optar en favor de los que las sufren.

Además de las fuentes secundarias consultadas, el estudio ha realizado un conjunto de entrevistas a testigos e inmigrantes, una encuesta a 400 observadores de las zonas del Campo de Cartagena y de la Huerta de Murcia. Se han visitado 100 viviendas de inmigrantes y solicitado datos a responsables de 160 colegios públicos. También se ha entrevistado a responsables de formación de todas las zonas de la Región del MEC. Muy interesante resulta la encuesta de 1.111 personas de la Región sobre actitudes ante la inmigración. También se ha entrevistado a todas las asociaciones de y pro inmigrantes y encuestado a 29 centros de salud (ambulatorios) del Campo de Cartagena y de Murcia. Teniendo en cuenta que la población inmigrante magrebí se mueve en una zona gris entre la legalidad y la ilegalidad, lo que provoca una precariedad asombrosa en el registro de datos por parte de la administración, el trabajo realiza ya, por el mero hecho de los datos que recoge, una aportación inestimable.

Esto supone desde el punto de vista metodológico la combinación de métodos cuantitativos y cualitativos. Los primeros ofrecen un radiografía bastante exacta y sistematizada de la población inmigrante en la Región de Murcia. Los segundos intentan sacar a la luz lo que los números no son capaces de revelar. En esta última línea cabría seguir profundizando el análisis y refinando el instrumentario conceptual e investigador.

Después de una serie de aclaraciones terminológicas interesantes, el primer paso del estudio consiste en el análisis socioeconómico y demográfico de la situación de los países de origen, sobre todo Marruecos, para adentrarse en las debilidades estructurales que generan los estados de precariedad económica y en la imagen de Europa que despierta el deseo de inmigrar.

A continuación se analiza el marco legal español que regula la inmigración, determinado por el Tratado de la Unión Europea, los acuerdos de Schengen, la Ley Orgánica de 1-7-1985 sobre derechos y libertades de los extranjeros en España y el Real Decreto 155/1996 que introduce algunas novedades respecto a la mencionada ley. Los autores del estudio hacen hincapié en el círculo vicioso que supone la exigencia de un precontrato para acceder a la concesión de un permiso de trabajo. Esto provoca en muchos casos la venta de los mismos por parte de diversos contratantes de mano de obra (algunos ni siquiera contratan trabajo real) o la falsificación de permisos. Este marco legal no viene sino a acentuar la debilidad del trabajador a la hora de acordar condiciones laborales: jornada, salario, pago de Seguridad Social, etc.

El análisis demográfico revela que, si bien la Región de Murcia se halla todavía por debajo de la media nacional, se ha producido un incremento reciente muy significativo. Existen al rededor de 12.500 magrebíes en nuestra Región, más del 95% procedentes de Marruecos. 2.500 de ellos se encuentran en situación de irregularidad. La tasa de extranjería a nivel municipal oscila entre 0,41 por mil en Caravaca de la Cruz y 75,69 por mil en Torre-Pacheco. Dentro de esta población inmigrante predominan los varones, jóvenes y solteros, en edad laboral. Salvo excepciones, con escasa escolarización.

Más de un 90% de la población inmigrante analizada por el estudio se dedica a la agricultura, lo que visto desde la perspectiva del sector constituye más de un 30% del total de trabajadores del mismo. Si se tiene en cuenta la significación de dicho sector en la economía de la Región de Murcia, se podrá apreciar la importancia de la presencia de dicha población inmigrante. Una marcha del conjunto de referencia supondría un descalabro para el sector. Sin embargo, la inserción laboral está marcada por la precariedad, característica del sector agrícola y de la economía sumergida, en cuyas redes suelen ser captados los inmigrantes, sin la protección de los convenios laborales específicos.

Otra cuestión sumamente importante, que pone de relieve el estudio en relación con la situación de los inmigrantes, está referida al problema de la vivienda. Las fotografías publicadas (pág. 615-623), que sólo constituyen una pequeña muestra de las obtenidas, son ya de por sí suficientemente elocuentes. Al margen del tipo de vivienda, barracón, casa de aperos, piso en bloque, móviles, etc. el estado físico de las mismas es en general muy deficiente. Amargamente irónica resulta la constatación de que la dificultad para obtener vivienda se convierte con frecuencia en un motivo de nueva explotación de los inmigrantes por parte de los propietarios de la mismas. En infinidad de casos difícilmente se las puede calificar de viviendas: los problemas de promiscuidad, de carencia de los mínimos higiénicos y de las infraestructuras suficientes para el desarrollo de las tareas domesticas, etc. convierten al tema de la vivienda en problema crucial a resolver para la integración de los inmigrantes.

La encuesta realizada a la población regional sobre su actitud frente a la inmigración revela que el grupo más numeroso de la misma, entre un 45 y 55% de la muestra, se posiciona con cierta distancia e indiferencia frente al problema, sin que falten ciertos ribetes de rechazo. El segundo grupo, entre un 22 y 35%, se muestra favorable a la integración plena de los inmigrantes. Y por último, entre un 5 y un 11% de los encuestados manifiesta un rechazo a la inmigración, en algunos casos con tintes claramente xenófobos y racistas.

Los propios inmigrantes también dejan oír su voz en este estudio. Como no podía ser de otra manera, sus preocupaciones principales están referidas a la regularización de su situación laboral y legal, al problema de la vivienda, las reacciones de racismo y xenofobia de las que a veces son víctimas, las dificultades para estar informados, su separación de la familia, la práctica religiosa y el ocio, etc.

El estudio ofrece asimismo una relación de asociaciones sin ánimo de lucro que trabajan en el ámbito de la inmigración, tanto asociaciones de inmigrantes, como pro-inmigrantes. De las mismas podemos encontrar una ficha particularizada con indicación de los servicios que prestan y su implantación en la región. Esta relación es en sí muy significativa para las propias asociaciones, ya que permite descubrir tanto los solapamientos en los servicios que prestan, como las lagunas y carencias en sus ofertas.

No falta tampoco un análisis de los medios de comunicación social con implantación en la Región en relación al tema de la inmigración, realizado sobre un material acumulado durante dos años. Se constata una información segada que favorece la identificación de "inmigrate" con "problema", ya que el 70% de las noticias son de "sucesos" y el 90% de las mismas son negativas. En el resto de noticias no de "sucesos" los inmigrantes casi nunca aparecen como sujetos de las mismas. El lenguaje empleado suele favorecer los clichés, prescindiendo de todo otro rasgo de identidad que no sea el de inmigrante. Existe, por otro lado, una escasez de noticias, artículos, editoriales, vinculadas a los aspectos positivos y ordinarios de la vida de los inmigrantes: su cultura, sus creencias, su trabajo, sus relaciones con sus países de origen, etc., así como también de opiniones (artículos, entrevistas... ) de los propios inmigrantes en los medios analizados. Una agradable excepción en ese panorama algo desolador lo constituye el programa de Onda Regional "Entre Hermanos", muy escuchado y también muy valorado por los propios inmigrantes.

Antes de pasar a las conclusiones y a las propuestas de actuación, los autores del estudio hace una apuesta fundamentada por la interculturalidad, como forma de convivencia en un mundo interdependiente e interrelacionado. La integración que propugnan "implica una adaptación mutua que retiene y enriquece lo propio y lo nuevo; exige que se respete la distintividad sociocultural desde la convicción profunda de que la diversidad cultural es positiva para la sociedad y nos entronca con nuestro pasado, ayudando a recuperar raíces" (p. 433).

La propuestas generales de actuación están referidas tanto a la integración socio-laboral como a la legal, resaltando especialmente el problema de la infravivienda. Importante nos parece la puesta en marcha y consolidación de un Observatorio Permanente de la Inmigración que dé continuidad al trabajo del estudio realizado y sirva de base tanto a las actuaciones de la administración como de las asociaciones sin animo de lucro que trabajan en el ámbito de los inmigrantes. Sólo un esfuerzo conjunto de toda la sociedad puede dar respuesta a los problemas que viven los inmigrantes, cuyo número no hará más que aumentar en los años venideros.

Nos encontramos pues ante un estudio merecedor de la mayor difusión dentro y fuera de nuestra Región, imprescindible para el conocimiento de la inmigración en ella y valiente en la proposición de respuestas a los problemas que aquejan a la población inmigrante y en la apuesta por una integración no sólo laboral, social y económica, sino también cultual de la misma. Esperemos que sus propuestas no caigan en saco roto.