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No son muchos los pensadores que han percibido y articulado la quiebra que representa la catástrofe de Auschwitz, es decir, de la producción industrial de la muerte en los campos de exterminio realizada con la pretensión de borrar toda huella que pudiera recordarla. Pero aquellos que han aceptado este reto se han convertido en referentes imprescindibles de todo pensamiento posterior obligado por el imperativo adorniano de pensar y actuar de tal modo que algo semejante no se repita. Para Reyes Mate dichos pensadores (W. Benjamin, Th.W. Adorno, M. Horkheimer, E. Lévinas, etc.) y los testigos de la catástrofe (P. Levi, R. Antelme, J. Améry, E. Hillesum, etc.) representan una guía irreemplazable, en primer lugar, para intentar evitar el riesgo de una complicidad imperdonable del pensamiento con la barbarie pasada y presente y, en segundo lugar, para intentar elaborar una filosofía que haga suyos los interrogantes epistemológicos, morales y políticos que nacen de la catástrofe, en definitiva, una filosofía que, consciente de la desmesura de querer estar a la altura de esa catástrofe, se siente de modo inevitable responsable ante las víctimas de la misma.

¿Es posible después de Auschwitz una filosofía capaz que sortear el peligro de transportar oculta en su equipaje la barbarie? ¿Qué relación tiene la filosofía canónica occidental con la ideología de la guerra y el totalitarismo o el hitlerismo con la modernidad? ¿Es el campo de concentración y de exterminio una excepción singular e irrelevante para entender la lógica política que preside la vida social en occidente o es su paradigma más certero? ¿Es la perspectiva de las víctimas de la historia una perspectiva particular y, por tanto, parcial e insuficiente o es la perspectiva normativa que nos revela el verdadero carácter del proceso histórico que las produce e incita a olvidarlas? ¿Siguen sirviendo las categorías de autonomía, libertad, dignidad humana, derechos humanos, etc. para fundar un orden moral y político a la luz lo acontecido en Auschwitz? ¿Se deriva de la pretensión de exclusión radical de infinidad seres humanos de la pertenencia a la especie algún imperativo político para una comunidad que reproduce constantemente mecanismos de exclusión? ¿Cuáles son las condiciones antropológicas y sociales del exterminio que se cobijan en la normalidad socialmente sancionada? ¿Está clausurado el pasado de tal modo que las injusticias sufridas, las esperanzas incumplidas y las posibilidades no realizadas sólo pueden esperar razonablemente un olvido silenciador? ¿Es legítimo un orden político basado en ese olvido? ¿Qué relación tiene la verdad buscada incansablemente por el pensamiento occidental con la justicia que reclaman las víctimas y con el testimonio de su sufrimiento indecible? ¿Qué papel juegan los testigos de ese sufrimiento en la búsqueda de respuesta a todas estas preguntas?

En Memoria de Auschwitz se abordan cuestiones frente a las que el pensamiento frecuentemente emprende un movimiento de huida, porque son cuestiones incomodas, porque se resisten a una respuesta, porque ellas mismas cuestionan al que las plantea y problematizan todos los conceptos más querido por la tradición de la cultura occidental. Reyes Mate no pretende ofrecer respuestas conclusivas. Busca en primer lugar hacer plausible la pertinencia filosófica de dichas cuestiones., también que se perciba en toda su dimensión lo que está en juego en ellas y da pistas fundamentales para quien quiera arriesgarse a buscar respuestas propias. Un libro de imprescindible lectura hoy.